sábado, 4 de octubre de 2008

Historia de los licores

La historia de los licores se remonta a tiempos inmemorables. La gran mayoría no duda en afirmar que tanto alquimistas como investigadores con afanes científicos de miles de años atrás los descubrieron, primeramente con fines medicinales y curativos. Hoy por hoy, si bien tienen una utilización diferente, debemos estar agradecidos a quienes los descubrieron por dejarnos un enorme legado de elixires que se continuarán disfrutando por lo largo de los tiempos.
Si bien se estima que los licores, como tal, comenzaron a ser producidos en la edad media (sobre todo por monjes benedictinos en Italia), existen escritos referidos a Hipócrates, que ya narraba el proceso de destilación y fermentación que algunos hombres de la zona confeccionaban con determinadas hierbas o plantas. También existen quienes señalan que el proceso de fermentación es atribuible a los egipcios. Y parece que así fue, de hecho existen manuscritos referidos a tales procesos que datan del siglo III.Si bien parece que la finalidad principal de esos alquimistas que se toparon con el proceso de fermentación era el de producir pócimas destinadas a problemas amorosos o fines medicinales, no tuvieron en cuenta la producción de alcohol. Y seguramente se llevaron tamaña sorpresa al consumirlos: es probable que no hayan logrado los efectos que esperaban en sus pacientes, pero también les prodigaron una buena alegría.

Con el avance del mundo árabe antiguo sobre las civilizaciones europeas, muchas otras variantes de bebidas alcohólicas mediante fermentación fueron entrando en la sociedad occidental, logrando que los procesos fueran depurándose y alcanzando el estatus que hoy día tienen los licores, esas entrañables bebidas que son compañía de muchas personas en el mundo.
Los árabes producían ya variedades de vino, recetas que facilitaron a varios monjes. Ellos hicieron el resto, todo a partir de la simple experimentación. Así estos alquimistas fueron desarrollando fórmulas de fermentación que luego derivarían en los licores que conocemos actualmente.Así fueron surgiendo licores como el rosoli, hecho de miel y pétalos de rosa, muy preciados por las mujeres. En las cortes francesas de la edad media y el renacimiento se hicieron muy famosos. Hay quienes cuentan que Luis XIV recurría siempre a los licores de tipo digestivo para aliviar sus intentos problemas gástricos. Ya para ese entonces, no era extraño toparse con licores hechos con frutas y hierbas, reemplazando un poco a los realizados en base de fermentación de semillas.Pero la clave de los procesos de fermentación y destilación está en el nombre de Jean-Édouard Adam, quien descubrió a finales del siglo XIX un proceso de destilado que le quitaba el mal sabor de boca que solían dejar los licores añejados. Así es como, gracias a este buen hombre, hoy podemos disfrutar de los licores tal y como los conocemos. El tiempo y los avances tecnológicos hicieron lo restante para que las bebidas espirituosas sean historia conocida.

1 comentarios:

A las 25 de enero de 2009, 8:53 , Blogger Santiago ha dicho...

El mal aliento que deberían dejar los licores antíguos. Quién lo imaginaría.

 

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